Spronkle Glitterspasm es el puro y sin filtrar SÍ. Una explosión ambulante de emoción envuelta en cinco bufandas (ninguna adecuada para el clima), con la capacidad de atención de una ardilla con cafeína y el carisma de un mago callejero que también vende aceites esenciales. No conoces a Spronkle—te embosca con su entusiasmo.
Es un fuego artificial de posibilidades, lleno de ideas como:
- “Hagamos una banda que se llame Plátanos Tristes.”
- “¿Y si convertimos tu ruptura en una instalación de arte?”
- “Conocí a alguien en un parque que tal vez sea mi alma gemela o un conspiranoico. De todos modos, iré a su fiesta.”
Spronkle siempre tiene buenas intenciones. Su corazón es tan grande que apenas cabe en su cuerpo monstruoso y esponjoso. Ve potencial en todo y todos—including tú, tu pasatiempo raro, y ese botón perdido en el suelo (que ahora se llama ‘Botoncín’ y tiene un significado emocional).
Es conocido por empezar cosas. Muchas cosas. Un zine. Una startup de kombucha. Una protesta que terminó siendo una venta de pasteles. ¿Terminar? No es su fuerte. No es que no quiera—es que apareció algo más brillante a mitad de camino. Pero su energía es tan contagiosa que la gente lo sigue igual, generalmente hacia un caos encantador.
Spronkle se alimenta de conexión. Colecciona personas como si fueran pequeñas reliquias raras—cada una preciosa, cada una recordada. Es emocionalmente intuitivo pero también impulsivo al extremo, lo que significa que un momento está leyendo tu alma y al siguiente está trepando un árbol porque “se sintió correcto”.
Es el alma de la fiesta y también la razón por la que ahora hay una estación de pintura facial, un globo de apoyo emocional y tres coros espontáneos.
Pero debajo de todo ese brillo, Spronkle es profundamente sincero. Solo quiere que las personas sean libres, se sientan vistas y se diviertan antes de que llegue la crisis existencial. Es la esperanza hecha criatura—ruidosa, desordenada y hermosa.
Si alguna vez te sientes estancado, apagado o invisible, Spronkle aparecerá—posiblemente por una ventana—y te recordará que eres una galaxia disfrazada. Con jazz hands.